A menudo, las personas asumen o piensan que solo necesitan un seguro de vida si tienen exclusivamente dependientes financieros, como hijos o cónyuges. Sin embargo, hay razones que muchas veces obviamos por la que tener un seguro de vida puede ser beneficioso, incluso si no tienes hijos.
A continuación, te mencionamos algunas de esas razones:
El costo de oportunidad: edad y condición de salud.
Cuando eres joven, no ves la necesidad de obtener este tipo de protección ya que puede parecer que tenemos mucho tiempo por delante, comunmente pensamos que el seguro de vida es algo costoso y no deberíamos asumir ese “gasto” ahora porque total, no tenemos hijos.
La realidad es que las primas de los seguros de vida suelen ser más bajas cuando eres joven y estás saludable, lo que significa que podrías obtener una póliza más asequible que te represente un “ahorro” muy significativo. Ten en cuenta que te encontrarás con tarifas más altas cada vez que vaya pasando el tiempo, ya que suelen aumentar entre 4.5% y 9.2% con cada cambio de tu edad.
Además, al obtener una póliza de seguro de vida a una edad temprana, estás asegurando tu capacidad de obtener una cobertura adecuada en el futuro, incluso si desarrollas condiciones médicas que podrían afectar tu elegibilidad para una cobertura de seguro en el futuro.
Cubrir los gastos finales
Una de las razones más obvias por las que es importante tener un seguro de vida, incluso si no tienes hijos, es para cubrir los gastos finales. Cuando falleces, es probable que haya gastos que deban ser cubiertos, como el costo del funeral y cualquier deuda pendiente que puedas tener.
Si no tienes un seguro de vida, estos gastos pueden recaer sobre tus seres queridos, quienes pueden tener dificultades financieras para cubrirlos. Sin embargo, si tienes un seguro de vida, el beneficio puede ser utilizado para cubrir estos gastos, lo que aliviará la carga financiera de tus seres queridos y les permitirá concentrarse en su proceso de duelo.
Sí, tienes otros dependientes
Ten en cuenta, que aunque aún no tengas hijos o no desees tenerlos, sí tienes otros dependientes como tus padres, inclusive tu perro o tu gato.
Si bien en este momento gozan de buena salud y cuentan con algunas medidas para apoyarlos a medida que envejecen, como seguros de salud o su propio seguro de vida, eventualmente tendrás que apoyar financieramente y si falleces repentinamente, estas personas pueden encontrarse en una situación difícil, especialmente si dependían de tus ingresos para vivir.
Un seguro de vida puede proporcionarles la tranquilidad de saber que estarán protegidos financieramente en caso de que algo te suceda. Brinda un ingreso para ayudarles a que puedan mantener su estilo de vida. Además ayudará a cubrir cualquier deuda o préstamo que tengas, y evitar que tu familia tenga que hacerse cargo de ellos.
Planificar tu legado
Si no tienes hijos, es posible que desees asegurarte de que tus activos y propiedades sean entregados a las personas que deseas que los reciban.
Con un seguro de vida, puedes nombrar a un beneficiario para recibir los fondos de tu póliza. Estos fondos pueden ser utilizados para establecer un fondo fiduciario para una mascota, donar a una organización benéfica o incluso financiar los gastos de educación de tus sobrinos o ahijados.
En fin, es muy beneficioso pensar que no solo se trata de la situación actual, sino adelantarse al futuro y asegurar que tu familia, seres queridos y hasta tus activos estarán protegidos.
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